Nací en Buenos Aires en 1953. Mis padres de origen italiano, habían venido a la Argentina, golpeados por los años de guerra, especialmente mi padre que los había transcurrido en el frente.
A pesar de la dureza que implica iniciar una nueva vida desde la pobreza, lejos de la familia, en condiciones adversas, nos educaron a mi hermana y a mí, sin resentimientos, enseñándonos, con su ejemplo, la dignidad del trabajo y el valor de vivir en armonía con uno mismo, con los demás y con el universo.
Si ser artista es construir un pensamiento, el mío comenzó a construirse desde esos orígenes. Con esos principios construí mi vida y, en consecuencia, mi obra.

El camino que me condujo hasta aquí tuvo recorridos diversos. Busqué a través de las Letras en el Instituto Nacional Superior del Profesorado (INSP) J.V. González. Allí supe de gramáticas y poéticas… Pero a veces las palabras no alcanzan porque resultan imperfectas traducciones de la intimidad y se hace necesaria otra forma de comunicación… una comunicación sin palabras. Aparece, entonces, otra forma de expresión… el de las artes visuales, ese extraño lenguaje de los hombres… Estudié en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y en el Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA) de donde egresé con los títulos de Profesora Nacional Superior de Escultura y Licenciada en Artes Visuales, respectivamente.

El reencuentro con la tierra de mis padres completó la búsqueda. Allí descubrí el arte en toda su historia. En Murano, el vidrio me deslumbró con la luz de sus colores; y el mármol, en Carrara, me hizo saber que su condición de material noble no impediría que lo empleara en proyectos contemporáneos.
Entonces empezó de nuevo el juego. Primero había que conocer el lenguaje de esos materiales. Después ellos hablarían por mí.
Así que aprendí a tallar el mármol según la tradición italiana y experimenté con el vidrio aplicando la técnica del “sagging”.
El uso contemporáneo de un material noble, venciendo el preconcepto de material prosaico como sinónimo de arte contemporáneo fue el desafío que aún hoy motiva mi búsqueda y mi experimentación.